54 DIERON POSITIVO DE COVID-19
17 de agosto de 2020
Tras detectar casos de coronavirus, los trabajadores exigieron la paralización de la producción hasta el 10 de agosto. Desde la Comisión Interna denuncian que a la vuelta al trabajo, la empresa Molino Río de la Plata a través del gerente Gonzalo Cenoz, amenazó a los trabajadores con despedirlos.
La fábrica de tapas de empanadas y de tartas La Salteña ubicada en el polo industrial de Burzaco transita un conflicto en aumento desde que tras 36 horas de asambleas, los trabajadores lograran que la empresa Molinos Río de la Plata paralice la producción. Hace unas semanas atrás aparecieron 10 casos positivos en 3 días y con el reclamo de los operarios, se consiguió que la empresa detenga la producción una semana para testearlos a todos. Gran parte de los positivos que se detectaron con los testeos, eran asintomáticos. Luego de los testeos y las medidas sanitarias de limpieza y desinfección de la planta, los empleados retomaron la producción pero sólo con 65 operarios. El resto de los trabajadores permanecieron aislados por considerarse contactos estrechos de alguno de los 54 que dieron positivos en los testeos.
Según informaron los empleados, al día de hoy se encuentran casi 150 personas aisladas esperando que se cumplan los catorce días. Recién esta semana se están reincorporando unas 80 personas más. La semana próxima se estima que estarán volviendo el resto de los 350 trabajadores.
Desde la Comisión Interna denuncian que a la vuelta de la producción, la empresa Molino Rio de la Plata a través del gerente Gonzalo Cenoz, amenazó a los trabajadores con despedirlos, asegurando que hay una lista negra y que la empresa está por quebrar. “Este gerente pretende que los trabajadores hagamos turnos de 12 horas por tiempo indeterminado bajo amenaza de despidos masivos si no aceptamos estas condiciones”, detallaron en un comunicado.
Los delegados presentarán esta semana la denuncia sobre las amenazas ante el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires y no descartamos un conflicto colectivo en las próximas semanas.
“No vamos a permitir bajo ningún punto de vista el atropello a los trabajadores, ni las amenazas, ni los aprietes, por eso nos declaramos en estado de alerta y movilización permanente. Si no hubiese sido por la decisión de los trabajadores de exigir la sanitización correspondiente de la fábrica y el correcto aislamiento a los compañeros, hoy estaríamos todos infectados”, manifestaron y concluyeron: “Quieren intimidarnos, pero no lo van a conseguir.”
Fuente: Infocielo
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