Todavía no podemos dar a conocer la identidad del autor intelectual, pero si sabemos que es muy inteligente, casi como el Chapulín Colorado
Repasemos como empezó la historia de los afiches truchos
El último fin de semana la ciudad se vio empapelada por afiches color celeste supuestamente del Ministerio de Salud de la Nación. Los mismos no habrían sido distribuidos por órgano oficial alguno.
Una parte del texto del afiche dice "El uso de barbijo esta recomendado SOLO en el caso de presentar síntomas respiratorios". Cuando advirtieron el error a través de los medios, los autores de la pegatina ahora amparados en la oscuridad de la noche tresarroyense, se ocuparon de tapar cada uno de los afiches con un recorte (del mismo afiche) y "santo remedio" nadie se dará cuenta. Ahora si: ya ni siquiera se recomienda el uso del barbijo en los mentados afiches (ver foto).
Según pudo recabar información Que Pasará Mañana, los afiches no fueron colocados por órgano oficial alguno, mucho menos por el Ministerio de Salud de la Nación, por lo que desde sectores políticos afines al gobierno nacional estaban muy enojados, ya que esto tiende a perjudicar al Ministerio, e incluso ya está siendo aprovechado por la oposición.
Quien habría contratado la campaña sería un empleado de una reconocida empresa aseguradora local que se encuentra en un conflicto con el Sindicato del Seguro, por un reclamo por rebaja de salarios. Llama la atención ya que -según trascendió- sería hijo de una reconocida y respetada médica local (podría haberla consultado), que otrora fuera concejal de la Unión Cívica Radical (revolucionaria y popular), aunque como dice José Larralde "parece mentira, pero es cosa señalada que de una sangre pareja salga la cría cambiada".
La versión de los hechos, según testigos directos
Siguiendo con la historia, según informaron fuentes seguras a Que Pasará Mañana el episodio se habría dado de la siguiente manera: El mencionado funcionario de la empresa aseguradora habría contratado telefónicamente a los encargados de la colocación, pero habría dejado el dinero (la mitad de lo pactado) y los afiches en un negocio de la vereda de enfrente en la calle Betolaza entre el 100 y el 200 (a espenzas de una reconocida e histórica familia del ámbito comercial). También tenemos la información de donde se imprimieron los afiches -pero no queremos alardear de que estamos bien informados-. Allí entre gallos y medianoche se habría concretado la operación denominada "la mejor manera de esconder un elefante en un bazar, es llenar el bazar de elefantes" o bien "la mejor manera de terminar con un reclamo sindical, es tapando sus afiches".
De este modo se hizo una operación de pinzas, por un lado salió la primera "brigada" encargada de sacar todos los afiches que el Sindicato del Seguro había distribuido en la ciudad -en todos los lugares habilitados previo permiso del municipio- para exteriorizar un reclamo ante la empresa aseguradora por REBAJA DE SALARIOS de sus trabajadores. Una vez concretada la "limpieza" de los lugares, vino la segunda "brigada" con la pegatina de los afiches truchos.
¡¡Ahí lo tenes !! Lo mandas a espiar y se para en una loma
Si bien podría haber dudas si detrás de esta maniobra está la empresa, hay que tener en cuenta que el empleado que habría concretado la operación es quien casualmente estaría vinculado al marketing y publicidad de la misma empresa aseguradora.
Como un humilde aporte, se puede sumar el video de las cámaras de seguridad, en el que se ve a dos personas sacando prolijamente los afiches del Sindicato del Seguro que expresan el reclamo a dicha empresa y llamativamente no tocan absolutamente ninguno de los afiches truchos. Conclusión NO hay mas afiches del reclamo de los trabajadores y el Sindicato. mmmm?
El error burdo de mandar a imprimir un afiche y con información vieja, da cuenta de la pereza del o los funcionarios que ni siquiera se tomaron el trabajo de leer el afiche que mandaron a pegar. Podría darse la paradoja -Dios no lo quiera- que si la patronal los despidiera por su incapacidad para armar operaciones, podrían terminar necesitando ser defendidos por el mismo Sindicato.
¿No es tan grave como parece?
Si lo vemos como un acto de picardía criolla para agradar a sus jefes, podría ser. Pero en cambio si el responsable solo cumplía órdenes de más arriba -por esta razón no publicaremos por ahora su nombre- lo que verdaderamente ocurre es que se está tratando de cercenar el derecho a expresión que tienen los trabajadores por sus justos reclamos.
No solamente coptando a algunos medios de comunicación con publicidad y callando el reclamo, sino que también pretenderían ser los dueños de las calles y determinar quien se puede expresar o no. Lamentable esa perseverancia de querer tapar el sol con la mano, casi nunca resulta. La verdad siempre sale a la luz y no se la puede tapar con un afiche trucho.
Si todo esto fuera una fábula, estaría bueno que el que ordenó la pegatina ilegal, trucha y anti sindical, aclarara la situación y todos contentos (bueno, todos menos el Ministerio de Salud y el Dr. Gabriel Guerra, que lleva 19 días y 500 noches recomendando el uso del barbijo).
NOTA:
1) no hay nada contra la gente que pega los afiches, ya que son laburantes
contratados y no tienen porque saber el contenido.
2) si nosotros pudimos averiguar tan fácil como fue que se dio esta pegatina ilegal, irresponsable y anti democrática, ¿porqué LAS AUTORIDADES, no lo hacen?. Si les interesa tenemos a su disposición nombres, apellidos, direcciones, imprenta, filmaciones, testigos, etc. Eso si, ni sueñen que les vamos a dar nuestras fuentes.
Que Pasará Mañana? No lo sabemos. ¿seremos un poco mejor? tal vez... está en nosotros
Flor de lamebotas el compañerito!; pero además un pobre tarado, porque, cuando del ministerio de salud o de trabajo, o ambos, vayan a pedir explicaciones, va a quedar solito, la empresa no se va a hacer cargo.