Pese a las prohibiciones establecidas por la cuarentena, el festejo se estaba llevando a cabo hasta que llegó la Policía. El padre de la cumpleañera fue imputado.
Pese a todas las prohibiciones existentes en ese sentido en casi todo el país y en plena cuarentena, una familia de Santa Fe organizó una fiesta de 15 con más de 300 invitados ocultos en un pasaje y un negocio que funciona como lavadero de autos.
La Policía de Santa Fe llegó al lugar y lo clausuró luego de la queja de los vecinos por los ruidos molestos que desde ese negocio se generaban.
Tras comprobar que se trataba de un evento clandestino, denunciaron a los organizadores por violar el distanciamiento social, preventivo y obligatorio que rige en la provincia.
Tras el llamado de los vecinos, agentes de las divisiones Cuerpos y de Orden Público de la Unidad Regional Uno de Policía junto a inspectores de la Secretaría de Control de la municipalidad llegaron poco antes de las 2.
El fiscal del caso Estanislao Giavedoni contó: "Se observaba gran cantidad de vehículos y se escuchaba música alta. Cuando se nos informó de esta cuestión, obviamente terminó esa reunión y se formalizó una causa penal contra los organizadores".
Sobre las personas que participaban del evento, detalló: "Había público menor de edad en su mayoría. Queremos profundizar un poco la investigación sobre los organizadores, los dueños de lugar y posibles colaboradores".
Según consignó la agencia Telam, a raíz del procedimiento policial y municipal, un hombre de 38 años fue trasladado a la comisaría tras reconocer que era el organizador de la fiesta, debido a que la homenajeada era su hija.
Por orden del Ministerio Público de la Acusación (MPA), fue liberado tras ser identificado e informado sobre su infracción al artículo 205 del Código Penal y al DNU número 260/2020 firmado por el presidente Alberto Fernández el 12 de marzo pasado.
Fuente: La Voz de Santa Fé
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