Lo dijo Graciela Ovejero, de la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional del Sur. “Queremos trabajar con dignidad”, señaló.
Graciela Ovejero, titular de la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional del Sur (ATUNS), habló esta mañana con el equipo del programa “Bahía Hoy”, que se emite por La Brújula 24, respecto del paro de actividades dispuesto para hoy y mañana.
Tal como indicó este medio, se trata de una medida que afectará a las universidades públicas y colegios preuniversitarios de todo el país. Se reclaman mejoras salariales.
“Venimos con una discusión salarial a nivel nacional de hace un tiempo y hay dilaciones en la respuesta. El 29 y 20 de mayo tuvimos un congreso de los gremios no docentes; se venía de una reunión con la Ministra –Sandra Pettovello– para trabajar y alcanzar una negociación para recomponer el salario. Ella se comprometió a hablar con el ministro de Economía y su equipo para hacernos una propuesta formal a la semana siguiente, pero la reunión se terminó postergando y no hubo una propuesta”, refirió Ovejero.
Y agregó: “Realmente se cortó el diálogo con la Ministra. Ni siquiera respondió por qué no se hizo la paritaria, una apreciación personal es que no tuvo su mejor semana, pero los compromisos se cumplen”.
“Nosotros ya habíamos votado por unanimidad que si había más dilaciones se hacía paro. No queremos hacer paro, queremos trabajar con dignidad. Sobre todo, pensamos en los compañeros que no llegan a fin de mes. El escalafón más bajo está en los 400 mil pesos, estamos pidiendo una recomposición del 40%”, consideró la gremialista.
En esa misma línea, comentó que “hoy vamos al súper, al kiosco, y los precios cada vez son más altos, esa es la realidad, hoy las familias no llega a fin de mes con sus salarios”.
“Fuimos parte de esa gran marcha federal para que las universidades no cierren y puedan tener para los gastos de funcionamiento acordes. Todas se habían quedado con la pauta de gastos aprobada en el 2022, donde se preveía un 60 % de inflación en el 23. Obviamente, así no podía funcionar. Lo que se avanzó fue en incrementar esos gastos, acorde a la realidad. Eso se hizo, pero lo que faltan son los salarios, que no van dentro de los gastos de funcionamiento. Los rectores bancan, pero hasta ahí. Hay algunos que lo hacen más y otros que lo hacen menos”, apuntó.
Fuente: La Brújula 24
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